RÍO TANGO GRANDE

Terminó el IV Congreso Patagónico Internacional de Tango…..en Río Grande, primero para mí y el resultado es ni más ni menos que: ESPECTACULAR
Todas las actividades perfectamente organizadas y comenzando a horario, los profes que vinieron de Buenos Aires: FANTÁSTICOS.
Las clases a las que yo asistí, super dinámicas, entretenidas, interesantes.

Aprendí que para bailar tango se necesita mucho más que conocer pasos, que lo más importante es sentir al otro, su marca, dejarse llevar con los ojos cerrados…
Y también la contrapartida: llevar a un lugar seguro…no dejar al otro solo…
Poder estar relajado, tranquilo, con una actitud alegre…

Los profes con los que más estuve fueron Camila Garnero de Buenos Aires y John Galindo de Colombia, quien acaparó todas las miradas de niñas, jovencitas y señoras…y muchas fotos de todas ellas.
Cristina Cortés fue quien me hizo trabajar con mi actitud pues no me veía relajada lo cual podía ser perfectamente posible…
Y el profe Luis, bueno, fantástico como siempre…
El cierre con espectáculo en la Casa de la Cultura: maravilloso, realmente de primer nivel, el baile, la música, el canto…todo! Con la sala llena y aplausos y vivas a granel.

Las milongas todas las noches del congreso merecen un párrafo aparte, lindas todas, algunas medio planchadas por nosotras, como bien lo notó el profe sin poner mucho de su parte para que esta situación cambiase.
Pero la última fue fantástica, aparte de todos los que estaban siempre, estuvo Susuki Avellaneda (foto de esta nota), Valdy y Carolina de Ushuaia, el profe César con sus alumnos, la gente de Chile con una pareja que se bailaba la música que le pusieran y así bailaron cueca, chacarera, rock and roll…
Desde mi no puedo evitar recordar esa frase del tango Seguí mi consejo…” si vas a los bailes, parate en la puerta, campaneá las minas que sepan bailar, no saqués paquetes que dan pisotones: que sufran y aprendan a fuerza e’ planchar…”
En realidad, me siento medio paquete, pero recibo pisotones cuando me equivoco, no los doy….y como compartíamos con el amigo César…el tango es lo más…así que algunas planchas no importan demasiado, lo que es copado es sentir el tango y bailar a como dé lugar, seguir aprendiendo y practicando y no amilanarse…

Y después por supuesto las anécdotas divertidas que nos hacen tentar de risa hasta llorar…como recordar la impúdica manera en que quedó mi vestido la noche anterior sin que nadie me dijera, dándome cuenta al llegar a casa…el abrirle la puerta del baño de hombres a…un hombre justamente…pensando que estaba desocupado y menos mal que sólo se estaba enjuagando la boca…
Pedirle al profe colombiano y excelente bailarín que baile con mi amiga porque ella no se animaba, y ella: CHOCHA bailando toda una tanda…
Todo bien, lindo y feliz