COMPAÑERO CARLOS CASSINELLI

Cuando llegaba a Río Grande gustaba de alojarse en el Hotel “Isla del mar”.
Llegaba con sus cámaras, sus trípodes, parecía que en cada viaje venía con más cosas.
Una vez me olvidé de reservarle el “Isla…” y le tocó ir a Los Yaganes.
Lógicamente que después de desayunar se iba hasta allá…hasta la orilla a sacar fotos de la playa…le encantaba…
Otra vez volvió y nos trajo un álbum y un premio que había ganado por una foto de un árbol del bosque quemado camino a Ushuaia.
Yo lo quería tanto como a Víctor, y lo conocía más.
Una vez se enojó porque José Martínez le llevó un escrito del gringo Tosco para difundir entre los compañeros .”Qué es ¿trosco?…” me dijo. No sé si alguna vez le comenté que desde ese momento incluí El mal del apoliticismo entre el material que les dábamos a los delegados.
Una vez me decía sonriente con su chanza….”Qué le vas a hacer Cristina….soy peronista…disculpame….”
Yo no sólo lo disculpaba, sino que lo admiraba profundamente…
Fui a A.T.E. con Juanji el día anterior a que Carlitos viajara a Posadas, lo encontré junto a Víctor y les presenté a mi hijo mayor. Cuando volviera nos íbamos a encontrar ahí para hablar del Congreso Nacional de Salud que estaba programando…
Yo ya lo sabía, pero con él nunca me cansaría de repetir que DEFENDER LA SALUD PÚBLICA ES CUESTIÓN DE VIDA O MUERTE.
Compañero Carlos Cassinelli a diez años de tu muerte: PRESENTE.