miércoles, 16 de agosto de 2017

Viajes....



Veo las fotos del Tuni en México, de Gustavo en Italia, en Londres…y no puedo parar de pensar en mis no viajes.
Mi primer viaje más lejos que Uruguay o Brasil fue a Cuba. La Cuba revolucionaria, donde estaban Fidel y Silvio Rodríguez.
A esa, era adonde tenía que ir yo. Invité a Nelson y a quién otro podía yo haber invitado? A nadie. A ninguno.
A nadie que le interesara tanto, a ninguno que se fuera a emocionar tanto como yo con todo lo que se nos aparecía a nuestro paso.
A nadie y cuando digo nadie, pienso en nadie.
Recuerdo perfectamente estar en Ezeiza el día de la partida y recibir una llamada al celular de Alberto Sinópoli, el médico oftalmólogo, el colega, el que alguna vez había sido compañero y cuando le conté dónde estaba y por qué y con quién recuerdo perfectamente que dijo “Qué bien, Nelson, te va a ayudar a cargar las valijas”
Yo no había invitado a Nelson a cargar mis valijas, en ese momento me sentía muy joven y era imposible que precisase a alguien para cargarlas, yo lo había invitado para que juntos cargáramos con nuestra ideología, nuestros pensamientos, nuestro dolor, nuestros deseos. También había deseos carnales, huelga decirlo, me encantaba estar con él, amaba estar con él, pero todo lo demás era más fuerte…como el amor al que le cantaba Fito Páez cuando decía…pero el amor es más fuerte.

Hace poco falleció el querido Jorge Marziali en Cuba, estaba de gira por el país, yo recuerdo que cuando Nelson y yo subimos aquella cuesta en Santa Clara al mediodía, yo pensé y menos mal que había dejado de fumar, que me podía morir…calor…sol y al llegar abajo el tren blindado y toda la emoción y recordar sin poder evitarlo todas y cada una de las canciones de Silvio Rodríguez y al llegar a su memorial, menos mal que había aire acondicionado porque la emoción y la angustia acumuladas eran tan grandes que imagino por qué si Jorge Marziali tenía problemas cardíacos, murió.

Y ahora veo las fotos del Gustavo como diría el propio Tuni y nada…tanta foto y tan poco sentimiento.
Y no pude evitar pensar “este tipo se enganchó todas minas con las que salió a viajar…”
No quiero decir nada con esto. Yo invité a Nelson en su momento, por qué no lo van a invitar a él ahora, en su momento?

Y lo mismo con el Tuni…que la más copada, que la más linda, más joven y hermosa y ahora….la que lo lleva a viajar?

Perdón Tuni, perdóname vos y el zócalo de México, y San Cristóbal de las Casas y Aguas hirvientes y Oaxaca y el subcomandante Marcos  que no vas a encontrar… perdoname.
Y vos Gustavo: por añadidura.

domingo, 6 de agosto de 2017

Pino de entrecasa


Cada tanto me acuerdo de él.
Muy seguido me acuerdo de él, pero a veces como hoy por cosas puntuales.
Muchas veces las anécdotas parecen graciosas por el acento que les impongo o la entonación o vaya una a saber qué es lo que hace que la gente se ría.
Pero muchas veces como hoy lo recuerdo molesta. Me jode el recuerdo, me molestó cuando ocurrió
Vaya una a saber cuántos años más tarde, me molesta más.

Me puse un saquito hoy, es algo poco habitual en Río Grande donde adentro de las casas la gente anda “en patas y en remera” excepto algunos de nosotros, claro.
Me puse el saquito marrón con capucha y cierre que me regaló mi hermana Mariana hace ya muchos años.
Y en ese entonces el diálogo con el fue así “Qué lindo tu saco!”
Sí, me lo regaló mi hermana Mariana”
Se nota, sí, muy buen gusto, se nota que no lo compraste vos”
Chan

A ver, y para ser sincera conmigo misma y los eventuales lectores. En ese momento yo no dije chan,
No dije nada, asentí, sonreí, jiji.

Al invitarlo a cenar a casa: "Hola, qué tal, traigo esta botella de vino, ya está abierta, es muy rico. Lo empecé este mediodía y …
Tampoco hubo chan.
Yo bancaba.
Capaz que él no se daba cuenta que yo bancaba todas esas boludeces.

Me invitaba a cenar en su casa. Yo llegaba y decía “Yo ya comí, pero servite vos, ahí está la cazuela de capón….”

Yo te voy a ir a buscar al aeropuerto de Salta, quedate tranquila. Un poco antes de la hora que tenía que llegar: “No te molesta esperarme más o menos una hora y media, no me acordé que tenía que….” Y no, claro, a mí no me molestaba.

Vos, tus hijos, tus hijas, son siempre bienvenidos en casa, en Salta. “Cris, yo ahora voy a salir, una amiga me está esperando y...te quedas acá? Está Analía y ….”

Y a vos te interesaría que volviéramos a tener sexo cuando vengas?” Perdón, perdón, me equivoqué…(sms en el celular)

-“Hija de puta, reventada, te voy a hacer mierda esta noche, porque estás en Río Grande, no?”
-Pino?
-Ay perdón, me equivoqué…(sms en el celular)

-Sabes qué Cris, como yo me estoy yendo a Europa, voy a tener muchos gastos, vos podés poner una parte de lo que cueste este almuerzo?(Invitación de él a almorzar durante Congreso de Oftalmología)
-Sí, claro.

De Bello es un tipo maravilloso
Martínez es un tipo maravilloso
Rausch es un tipo maravilloso
La Turca es una mina maravillosa

Juan José Carrizo: un tipo excelente
Balbi: un tipo divino!
No sé por qué te quejás de Rojido, es fantástico!

Había momentos en que sí, lo que él decía me encolerizaba a tal punto, que reaccionaba violentamente. Yo que le decía a él, que no debía tolerar a las minas que lo denostaban, que lo desvalorizaban...en esos momentos en que lo odiaba...lo trataba muy mal.

Una vuelta había una cirugía y el tipo que ya no trabajaba en el hospital iba a venir a operar y no llegaba y no llegaba, recuerdo que lo llamé a su celu, una, dos, tres veces. Pensé que habría un problema con el celu y llamé al fijo.
Como no contestó inmediatamente corté, y volví a llamar, atendió una voz femenina, pregunté ingenuamente “Hola, está Pino?”
Lo que no me dijo la mina...menos bonita y qué hacés querida, todas las animaladas que se te puedan ocurrir. Yo estaba tan anodada que no podía cortar, escuchaba los insultos contra mi persona, mi mamá, mi abuela, sin decir agua va...creo que antes de cortar y aprovechando una pausa de ella para respirar le dije “Pero por qué no te vas a la concha de tu madre?”
Pero, en realidad no estoy segura, no podía creer que por solamente llamar a un teléfono fijo y decir "Está Pino?” me trataran tan mal.

Me fui al quirófano y lo esperé. Apenas llegó lo increpé, la hija de puta de tu novia me dijo tal y cual y ….
-Sí, ya sé, la escuché.
-Y no le dijiste nada?
-Y que querés que le diga?
-Que es una enferma, que yo soy médica, que soy tu colega, que trabajo con vos, que no me puede tratar así...etc etc.

Pino no podía decirle eso ni nada parecido, ni a ella ni a ninguna otra.
Sólo a mí podía criticarme los saquitos, la ropa, pedirme plata, a las minas que le exprimían los bolsillos y el cerebro no podía decirles nada.

Qué lástima, no?

Pero siempre recuerdo una ocasión hermosa y fue bailar con el en Club San Martín un 18 de septiembre y verlo desde mi estatura, hermoso, ver su boca, su hermosa y cálida expresión, no debíamos haber dejado nunca que la música se fuera; y yo no debiera haber dejado nunca que el fantasma de Fernanda se quedara entre nosotros.