Para los que apostamos a la memoria,
esta no se desdibuja, día a día en pequeñas acciones, pequeñas
conversaciones...citas, etc la hacemos crecer, para que el pasado no
vuelva, no se repita, y para que los que aún no fueron juzgados lo
sean, y sean condenados, y para que todo aquel que no se enteró en
su momento se entere y a su vez lo reproduzca y lo multiplique. Creo
que nada me emociona más que escuchar a un joven, a un adolescente
de nuestros días de hoy, recordar y reivindicar a los compañeros
desaparecidos...esto duele y molesta a los amigos del poder, de la
derecha más recalcitrante, y pretenden que la memoria se
desdibuja...
Este pañuelo blanco de mi cabeza
tuvo el pelo revuelto, las manos francas. Le costaba dormirse,
y a la mañana era un gato gruñendo bajo la almohada.
Sé que tuvo un amigo que era vecino
del primo del cuñado de un estudiante,
sé que no tuve tiempo ni de mirarlo
para guardar sus ojos en mi garganta.
Cómo quisiera verte! Dónde está tu mirada?...
Este pañuelo blanco de mi cabeza
siempre tuvo problemas con las palabras, me costaba entenderlo, pero a la larga, en su risa morian los fantasmas.
Sé que tuvo un amigo que era vecino
del primo de un psiquiatra politizado, se que no tuve tiempo ni de mirarlo para guardar su risa y poder soñarlo.
Cómo quisiera oirte! Volverte carcajada...
Este pañuelo blanco de mi cabeza
se la pasó estudiando noches enteras, yo le cebaba mates y sus amigos
me regalaban flores como a una abuela.
Sé que tuvo un amigo que era vecino
de un artista que hablaba cosas molestas, se que no tuve tiempo ni de mirarlo para guardarme un poco de su fiesta.
Como extraño esperarte con las manos abiertas:
Este pañuelo blanco de mi cabeza
me dio muchos disgustos, no me quería, Nunca paraba en casa, pero sabía
que la sopa que espera nunca se enfría.
Sé que tuvo un amigo que en su trabajo fue delegado por el sindicato.
Sé que no tuve tiempo ni de mirarlo
para guardar sus puños y recordarlo.
Para encontrarte canto en las voces hermanas!
Este pañuelo blanco de mi cabeza quiso tener estrellas en la frente, quiso poner el mundo en un gran plato y compartirlo con toda la gente.
Sé que se fue temprano, de madrugada, que cuando lo llamaron no era su nombre, sé que no tuve tiempo ni de mirarlo para saber nombrarlo nuevamente...
Cómo quisiera verte, dónde está tu mirada? Cómo quisiera oirte, volverte carcajada... Cómo extraño esperarte con las manos abiertas. Para encontrarte canto en las voces hermanas.
tuvo el pelo revuelto, las manos francas. Le costaba dormirse,
y a la mañana era un gato gruñendo bajo la almohada.
Sé que tuvo un amigo que era vecino
del primo del cuñado de un estudiante,
sé que no tuve tiempo ni de mirarlo
para guardar sus ojos en mi garganta.
Cómo quisiera verte! Dónde está tu mirada?...
Este pañuelo blanco de mi cabeza
siempre tuvo problemas con las palabras, me costaba entenderlo, pero a la larga, en su risa morian los fantasmas.
Sé que tuvo un amigo que era vecino
del primo de un psiquiatra politizado, se que no tuve tiempo ni de mirarlo para guardar su risa y poder soñarlo.
Cómo quisiera oirte! Volverte carcajada...
Este pañuelo blanco de mi cabeza
se la pasó estudiando noches enteras, yo le cebaba mates y sus amigos
me regalaban flores como a una abuela.
Sé que tuvo un amigo que era vecino
de un artista que hablaba cosas molestas, se que no tuve tiempo ni de mirarlo para guardarme un poco de su fiesta.
Como extraño esperarte con las manos abiertas:
Este pañuelo blanco de mi cabeza
me dio muchos disgustos, no me quería, Nunca paraba en casa, pero sabía
que la sopa que espera nunca se enfría.
Sé que tuvo un amigo que en su trabajo fue delegado por el sindicato.
Sé que no tuve tiempo ni de mirarlo
para guardar sus puños y recordarlo.
Para encontrarte canto en las voces hermanas!
Este pañuelo blanco de mi cabeza quiso tener estrellas en la frente, quiso poner el mundo en un gran plato y compartirlo con toda la gente.
Sé que se fue temprano, de madrugada, que cuando lo llamaron no era su nombre, sé que no tuve tiempo ni de mirarlo para saber nombrarlo nuevamente...
Cómo quisiera verte, dónde está tu mirada? Cómo quisiera oirte, volverte carcajada... Cómo extraño esperarte con las manos abiertas. Para encontrarte canto en las voces hermanas.
Canción de Horacio Molina y Nuñez
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