Me ocurrió el jueves, en este Río Grande por el que todos transitamos y que si hay un piquete lo sabemos con mucha anticipación…y lo evitamos, o pasamos por ahí ex profeso para demostrar nuestra solidaridad
Estaba ya en la cola de la caja de un conocido negocio de venta de artículos de limpieza y otros…muy barato por cierto…este último viernes, día del cumpleaños de mi hermana Mariana cuando veo por la vidriera que un camioncito estacionado, hace marcha atrás y se va contramano por Lasserre.
Cuando salgo a la calle con mis bolsas y me dirijo al auto tomo conciencia de lo que está ocurriendo. En mitad de la calzada, niños y profes del colegio privado de enfrente estaban bailando…un pericón!!
Era algo total y absolutamente impensable para mí, pero claro, al otro día iba a ser el día de la tradición…y allí estaban ellos.
Notaba claramente quién era el profe, pues era el que comandaba, yo no sabía (y no sé) si era de gimnasia, de música o de…tradición, mas él comandaba…daba las órdenes, indicaba los pasos…
Yo me quedé un buen rato mirando y escuchando: estupefacta realmente. Lloviznaba, como bien había indicado el meteorólogo esa mañana: esos cúmulos que iban a estar todo el día en el cielo, sobre nuestras cabezas sólo podían indicar que….lloviznara o granizara cada tanto…
Había una ronda interesante de niños y niñas, de diferentes tamaños, diferentes edades, con diferentes ropas, porque había niñas con vestidos largos de paisanas que bailan en actos patrios de
Había niños con bombachas de campo y botas y sombrero y había otros…también con guardapolvo…
Aparte del profe había otras señoras y señoritas que presumo eran profesoras de otras áreas...afines, o preceptoras o vicedirectoras…
Lloviznaba y había llovido y por lo tanto el piso de la calle tenía charcos…y las niñas bailaban y los ruedos de las polleras largas que les habían prestado (porque les quedaban muy largas…) pasaban por sobre los charcos…y ellas intentaban levantar esos ruedos…sin lograrlo.
Algunos niños al bailar cuando llegaban cerca de los charcos hacían un traspié extraño e inusual evitándolos para no mojar sus botas o sus zapatillas…
Para casi nadie parecía llover excepto para mí, que observaba toda la escena cerca de mi auto y con la capucha de mi campera puesta.
Yo intentaba extrapolar esta escena a la de cualquier otro lugar del país y no podía.
Digo, si estamos en Buenos Aires en noviembre y se planificó salir a la calle y llueve…qué hace la gente: no sale a la calle!
Acá no…todo lo contrario.
De pronto recordé haber estado alguna vez en Punta Arenas, cuando en una calle cercana a un colegio o a la supervisión escolar o algún nombre semejante se había montado todo un espectáculo que tenía que ver con bailes tradicionales….y los niños también aparecían con ropa de época y otros con disfraces especiales, pero no llovía, no había viento, había todo un sistema de sonido en fin…lo de esta escuela me pareció re loco.
Evidentemente en esta pequeña escuela privada de la calle Lasserre no cuentan con un espacio amplio para actos y por eso decidieron…con todo el apoyo de la gente de tránsito de
Y bueno, que aunque a mí me pareciera raro, no está mal, claro que no está mal salirse de lar reglas, de los moldes, de lo que debe ser…y hacer algo diferente como este pericón bajo la lluvia.
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