sábado, 10 de noviembre de 2007

Milonga del 9: zapatos nuevos...

Estrené…estrené los zapatos bailando con el profe. Y por suerte fue un tango y no una milonga dije yo…

Y después en realidad estuvo como bastante apagado y aburrido todo…como que una se queda esperando que llegue ese momento en que…todos y cada uno de los tipos te saquen a bailar, y entonces bailar como los dioses…o las diosas…

Y liviana, y manejando bien el abrazo…y deslizando los pies como un gato, y derechita y sacando los pies desde el isquion y no desde el hombro…

Y siguiendo el torso y no mirando…

Y sintiendo la marca, y no tensionada sino relajada…

Y no llega…

Pero insistiré y resistiré.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cris no te hagas problema por lo de la milonga, tenés que insistir y resistir, y sino nos escapamos al cumple de Oscar o quién sea, yo te acompaño, te dejo un cariño y abrazo.
nsm

ingeborg dijo...

amiga de las buenas,
siempre me pareció caprichoso de entender el tango y más la milonga si de bailar se trata.
pero se me ocurre que cuando la procesión baila por dentro sólo queda que fluya en un movimiento espontáneo, en un puro sentimiento.
y es más difícil si se trata de una pareja, hallar a un otro que vibre al pulso de la misma magia.
un abrazo a la distancia.