dedicado a Rita que lo pidió
El Club Andino Río Grande
propuso un trekking al Glaciar Martial para el 17 de marzo.
Recién llegaba de
vacaciones, ví fotos de salidas anteriores, llenos de gente,
lagunas, sol y sonrisas y no lo pensé dos veces...fui y me anoté.
Como iba a ser un domingo,
viajé el día anterior a Ushuaia para no salir tan temprano desde
Río Grande el mismo día.
La noche anterior comenzó
a llover, se lo comenté a una amiga de allá y me dijo que no había
que preocuparse que esa lluvia era pasajera. Llovió toda la noche y
amaneció lloviendo.
Se me ocurrió pensar que
el trekking se suspendería y como no logré comunicarme con nadie
del Club, fui nomás hasta el estacionamiento del Martial a la hora
señalada.
Allí ya había gente
-poca-...pero me dijeron que no, no se suspendía por lluvia.
Preguntaron si llevaba el par extra de medias....ay...no...dije
bajito...me olvidé.
No, no importa, es por las
dudas...Gorro? Guantes?
Sí, sí, claro...por
supuesto!
La gente fue llegando
...salimos como una hora y media más tarde de lo previsto. Claro,
habían tardado porque en el paso cordillerano había mucha nieve
entre otros percances....
Lógico: la lluvia de
abajo era la nieve de arriba, cómo no haberme dado cuenta?
No hubo mucha entrada en
calor...comenzamos a subir en fila india por una zona muy arbolada y
con mucha turba y chorrillos, digamos: harta humedad....A poco de
andar, ya se hicieron sentir en mí los efectos de la poca
preparación física que había tenido en el último año...poca y
...nada!
Cerraba el grupo uno de
los guías del Club Andino, se presentó como “el Chino” era el
que me había preguntado por las medias extra apenas
llegué...tranquilo, paciente, respetuoso, me esperaba, me explicaba
como “cambiar el aire” cómo debía hacerlo para que fuera
efectivo.
Yo intentaba hacerle caso
absolutamnete, pero andaba un poco más y me volvía a cansar.
Creo que fue ahí que le
dije....”Y si me vuelvo?”
Insistió que no, que
podría, que era sólo cuestión de cambiar el aire...yo pensaba que
tenía que haber cambiado los pulmones, o el par de piernas....
En fin, seguí subiendo.
Cuando de repente la
subida se hacía menos empinada, yo me recuperaba ampliamente y hasta
me parecía posible seguir subiendo airosamente, pero no...
en un momento determinado
paramos porque se iban a acabar los arbolitos y empezaba la subida
más complicada...ahí Patrricia quien era la ideóloga de esa
ascensión preguntó si alguien tenía las medias húmedas.,..respondí
sólo yo....”Yo...sí”. Nadie más.
A lo cual Patricia dijo
“Te las vas a tener que cambiar, yo te ayudo”
A toda costa intenté
convencerla de lo contrario, pero más que nada porque me parecía
que era una dilación para el grupo...se lo dije al Chino “Me van a
odiar, los estoy retrasando” El se rió y le restó importancia.
Patricia efectivamente me
re ayudó, y yo sola no hubiera podido hacerlo, o hubiera tardado un
siglo...Seguimos camino y efectivamente con medias secas se sentía
diferente, mucho mejor.
Continuamos el ascenso y
cada vez se ponía más complicado, comenzó a nevar y por momentos
soplaba tanto viento...ese “viento blanco” que no recordaba desde
hace años haberlo sufrido...
Creo que fue en esa misma
aerosillla del Martial hace muchísimos años...no sé si no fue
cuando subimos con Julio María y Patricia Jurado con Natalia, que
soplaba ese viento blanco.
El esfuerzo que
representaba para mí era cada vez más importante, como tardaba en
recuperarme y seguía subiendo, era cada vez más seguido que tenía
que parar...
El Chino seguía bancando
como el mejor, charlamos bastante en todo el camino, me contó de su
colegio secundario, de cuando se fue a estudiar a Buenos Aires, de la
enfermedad de su abuela, de cómo se fue deteriorando su salud a
pasos agigantados, de por qué no pudo seguir estudiando...
De la mamá de su hija,
por qué terminó su matrimonio, de su novia actual: Laura “futura
señora” que estaba ahí en el trekking con nosotros y con su primo
Matute....
Por momento a pesar del
buen humor del Chino, entre el cansancio y la nieve yo me sentía
como en una expedición al polo sur hace un siglo...
Tenía mi cámara de fotos
en la mochila, al igual que algo para beber, manteca de cacao para
los labios, pañuelos en el bolsillo, pero no quería hacer nada que
no fuera concentrarme en subir....no saqué fotos, no bebí nada,
cada tanto eso sí paraba, aparte de para descansar para sonarme la
nariz, a veces no lo hacía en el momento más adecuado...por ejemplo
en el medio de todo el viento sonándome la nariz...ay!
Nevaba, hacía frío,
viento blanco, me costaba un huevo y medio seguir subiendo...ya no
podía arrepentirme...estaba ahí de llegar a la cumbre... a la que no
se llegaba nunca...
El Chino preguntaba por
handy a Pato cuánto les faltaba a ellos para llegar y ella decía 5
minutos y entonces él decía “A nosotros nos faltan 15”.
Pasaban los 15 y los 20 y
no llegábamos a ninguna parte...
Cuando faltaba nada para
subir aparece una chica con campera naranja, sin bastones, con
un mísero gorrito de lana gris y pregunta "Are you a group?"
Yo le dije en inglés que sí, que éramos del Club Andino Río Grande, que de dónde era ella..."From Russia"
Subía la montaña como quien sube la escalera de su casa, yo a esa altura -de la montaña y del trekking- subía diez pasos, tenía taquicardia y tenía que parar.
Encima me daba vergüenza, por lo que continuaba sin esperar a recuperarme...y seguía subiendo y así sucesivamente...
Finalmente llegué arriba, salí en la foto, "la fabulosa vista de la ciudad de Ushuaia" no existió mas que por 4 minutos debido justamente a las nubes y la nieve...
Yo le dije en inglés que sí, que éramos del Club Andino Río Grande, que de dónde era ella..."From Russia"
Subía la montaña como quien sube la escalera de su casa, yo a esa altura -de la montaña y del trekking- subía diez pasos, tenía taquicardia y tenía que parar.
Encima me daba vergüenza, por lo que continuaba sin esperar a recuperarme...y seguía subiendo y así sucesivamente...
Finalmente llegué arriba, salí en la foto, "la fabulosa vista de la ciudad de Ushuaia" no existió mas que por 4 minutos debido justamente a las nubes y la nieve...
Después del trekking me
hice una siesta, y a la noche fui a la milonga! El baile es más
liviano que el trekking...
Ya anunciaron uno próximo,
al Cerro del Medio en Ushuaia, realmente me encantaría ir, pero lo
enmarcaron en “dificultad media-alta” -al igual que lo era el
del Mirador del Martial-, también es un domingo....creo que voy a ir
a Ushuaia, pero en esta oportunidad, sólo a la milonga....
1 comentario:
Sos muy descriptiva, Cris!!!
Sobre todo de tus estados internos.
Los chicos son como los pintás: el Chino, Pato. Los conozco de haber hecho muchas salidas juntos. Pero las actitudes pertenecen al Club: esperar, no dejar a nadie afuera, indicar sobre la indumentaria, etc..
Me parece que deberías hacer algo aeróbico. Y seguramente también lo vas a sentir con la milonga.
Corto aquí, porque es la tercera vez que se corta la conexión.
Un beso y a seguir disfrutando de la Provincia.
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