Una vez me entretuve con un sueño,
lo tomé, lo solté, le di tres vueltas,
lo aprendí, me lo puse, fui su dueño
y pensé que era cosa ya resuelta.
Y soñando que un sueño era mi traje
pretendí la canción, la poesía,
y aquel sueño aprendió todo el mundo de mí
(e iba yo sin saber que él sabía).
Y así fui por tierra, por los mares,
por los cielos, las noches y los días,
los amores, los templos y los bares,
así fui con mi sueño que sabía.
Y aquel sueño que yo soñaba puesto
comenzó a soñar que el me soñaba,
y un buen día aprendí todo el mundo de él,
y ahora somos pareja de sala, e inventamos un vals
que bailamos para soñar.
Sueño que bailo un vals
y el vals soñando
que con su hombre
bailando va.
Sueño y soy sueño: soy un vals
que viene y va,
que viene y va,
que viene y va.
Silvio Rodríguez escribió esta canción que es muy hermosa, como lo son para mí la mayoría de las que ha escrito y sigue escribiendo…y el 30 de mayo fueron las elecciones en A.T.E.
Y perdimos.
Perdió la lista verde en Río Grande y en Tierra del Fuego. Perdimos la seccional pues quedó en manos de quienes estaban. Y perdimos el Consejo Directivo Provincial.
Perdió la lista verde, y creo que perdimos muchas cosas.
En mi caso es la primera vez que siento la pérdida…siempre ganábamos.
Me dijo una compañera al otro día de las elecciones…”estás mal por lo de ayer?” Y yo soy conciente que estaba mal por lo del día anterior y por los próximos 4 años que se vienen.
Preguntaba otro…”por qué ganaron los de la otra lista?”
Y ganaron, porque ganó el clientelismo, la transa, los arreglos de último momento en el quincho, la bolsa con útiles, la sidra de fin de año. No se fijaron los compañeros en los acuerdos espurios, en los arreglos de cúpulas, en el corto alcance de las ideas, en la falta de formación sindical y política, se fijaron en la cosa chiquita….y votaron azul.
Y votando azul votaron a Cóccaro y a Martín, y votaron azul.
Y entonces con toda la tristeza, la congoja, la culpa por no haber laburado más, la desazón de comprender que por más que hubiera trabajado más no iba a lograr revertir las cifras provinciales. Con toda la bronca que sentí desde un primer momento cuando los compañeros de la lista azul le pusieran a su agrupación Carlos Cassinelli de nombre, y yo me imaginaba a Carlitos resucitando y muriendo de nuevo.
Y entonces digo en medio de la bronca escuché una vez más a Silvio cantando su canción y me sentí total y profundamente identificada.
Una vez me entretuve con un sueño,
Lo tomé, lo solté,
Le dí tres vueltas,
Lo aprendí, me lo puse, fui su dueño,
Y pensé que era cosa ya resuelta…
Mi sueño era A.T.E., el sindicato verde, ese donde estábamos dispuestos a truncar la pirámide para que los dirigentes pudieran escuchar el rumor de las bases…
Un lugar con verdadera democracia sindical, donde bancamos a compañeros jóvenes con muchas ganas de luchar por la verdad y la justicia, y donde estábamos dispuestos a formarlos, porque lo más importante ya lo tenían y era justamente la sed de verdad y de participación, y el asco frente a las prebendas.
Y sí, pensé que era cosa ya resuelta -tan grande y tan zonza - como dice el dicho.
Lo único resuelto en este pequeño mundo por el que transitamos es la inequidad, las coimas y los arreglos a espaldas de los trabajadores y el pueblo.
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1 comentario:
Cris, a pesar de vivir yo tan lejos,las veces que fui, los vi`laburar a los de la lista verde, con todo,al hacer un balance ante la derrota todo parece que fue poco, pero no es asi:ustedes siempre entraron por la puerta y no los de la azul, que entraron por la banderola:son asaltantes de los derechos y encima tienen cara de ponerle el nombre de Cassinelli, del que tanto me hablaste...
No seran 4 años de espera sino de lucha desde otro lugar, sabiendo como dijo el CHE y lo adoptaron LAS MADRES:"la unica lucha que se pierde es la que se abandona"
Y conociendote...no vas a abndonarla.Sera desde otro lugar, pero no dejara de estar.
Un abrazo a mi hermana militante de la vida, de los derechos,de la justicia,de la memoria...eso no es perder.
Abrazo.MAR
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