Veo las fotos del Tuni en México, de Gustavo en Italia, en Londres…y no puedo parar de pensar en mis no viajes.
Mi primer viaje más lejos que Uruguay o Brasil fue a
Cuba. La Cuba revolucionaria, donde estaban Fidel y Silvio Rodríguez.
A esa, era adonde tenía que ir yo. Invité a Nelson y a
quién otro podía yo haber invitado? A nadie. A ninguno.
A nadie que le interesara tanto, a ninguno que se
fuera a emocionar tanto como yo con todo lo que se nos aparecía a nuestro paso.
A nadie y cuando digo nadie, pienso en nadie.
Recuerdo perfectamente estar en Ezeiza el día de la partida
y recibir una llamada al celular de Alberto Sinópoli, el médico oftalmólogo, el
colega, el que alguna vez había sido compañero y cuando le conté dónde estaba y
por qué y con quién recuerdo perfectamente que dijo “Qué bien, Nelson, te va a
ayudar a cargar las valijas”
Yo no había invitado a Nelson a cargar mis valijas, en
ese momento me sentía muy joven y era imposible que precisase a alguien para
cargarlas, yo lo había invitado para que juntos cargáramos con nuestra
ideología, nuestros pensamientos, nuestro dolor, nuestros deseos. También había
deseos carnales, huelga decirlo, me encantaba estar con él, amaba estar con él,
pero todo lo demás era más fuerte…como el amor al que le cantaba Fito Páez
cuando decía…pero el amor es más fuerte.
Hace poco falleció el querido Jorge Marziali en Cuba,
estaba de gira por el país, yo recuerdo que cuando Nelson y yo subimos aquella
cuesta en Santa Clara al mediodía, yo pensé y menos mal que había dejado de
fumar, que me podía morir…calor…sol y al llegar abajo el tren blindado y toda
la emoción y recordar sin poder evitarlo todas y cada una de las canciones de
Silvio Rodríguez y al llegar a su memorial, menos mal que había aire acondicionado
porque la emoción y la angustia acumuladas eran tan grandes que imagino por qué si Jorge Marziali tenía problemas cardíacos, murió.
Y ahora veo las fotos del Gustavo como diría el
propio Tuni y nada…tanta foto y tan poco sentimiento.
Y no pude evitar pensar “este tipo se enganchó todas
minas con las que salió a viajar…”
No quiero decir nada con esto. Yo invité a Nelson en
su momento, por qué no lo van a invitar a él ahora, en su momento?
Y lo mismo con el Tuni…que la más copada, que la más linda, más joven y hermosa y ahora….la que lo lleva a viajar?
Perdón Tuni, perdóname vos y el zócalo de México, y
San Cristóbal de las Casas y Aguas hirvientes y Oaxaca y el subcomandante
Marcos que no vas a encontrar… perdoname.
Y vos Gustavo: por añadidura.