domingo, 10 de enero de 2016

POR QUÉ SOY KIRCHNERISTA

No es la primera vez que recurro a mi amigo Alejandro "Sandro" Balanza, o que él acude sin saberlo a mi auxilio.
Esto, Sandro lo escribía a una amiga suya antes de la segunda vuelta electoral acá en Argentina. Y bueno, aunque todo eso ya pasó y quien ganó no fue el candidato Daniel Scioli que representaba al modelo nacional y popular, sino el que estaba, está y seguirá estando en sus antípodas, o sea a la derecha del modelo, alguien que pregonó durante su campaña querer llegar a la "pobreza cero", luchar contra el narcotráfico y contra la "inseguridad", el candidato no sólo de la derecha, sino el representante de los medios de comunicación hegemónicos -que estuvieron en contra del Kirchnerismo desde el primer día de su gobierno hasta el último- el representante de las multi y transnacionales, y del capitalismo mundial, digo aunque haya ganado ese otro candidato, como yo coincido total y absolutamente con lo que plantea Sandro, lo transcribo hoy y aquí.

Recapitulando: no voté a Nestor K pues no me parecía que fuera a hacer nada de lo que yo hubiera deseado pero asumió y de entrada me sorprendió con su política sobre derechos humanos haciendo lo que nadie en democracia se había animado a hacer, juzgar y mandar en cana a los milicos asesinos, luego con Lavagna se mandaron la negociación de la deuda externa que fue clave para una recuperación económica del país impensada para mi y para todos.
Simultáneamente la política internacional me gratificó profundamente y debo decir que en ese punto yo no había entendido el valor de buscar la integración política y económica con los demás países sudamericanos, empecé a estudiar y comprender el enorme valor de esa integración en la diversidad, eso paradojalmente me ayudó a conocer a mi país que hasta ese entonces concebía como una pampa húmeda con anexos y aprendí a apreciar las otras culturas que hay en la Argentina y en Latinoamérica, así viajamos conociendo con otra mirada, con humildad y a veces hasta admiración por lo que lograban pueblos como el de Bolivia o Ecuador por ejemplo, nos sentimos con Adriana y con nuestros hijos consustanciados con esa mirada de sudamericanos tratando de concebir un mundo un poco más justo, más policromo, más amoroso para sus habitantes en un mundo donde el egoísmo y la arrogancia de EE UU y el abandono de ideales de una Europa que ahora estamos viendo nos hacía que no había un lugar para los débiles.
Volviendo a los K, aprecié las decisiones valientes del gobierno de Cristina de recuperar Aerolíneas, las AFJP, YPF y todo eso, apoyo totalmente la idea refrescante de usar como motor el mercado interno para llegar a índices de ocupación impensados en un país donde nos habían dicho que no había lugar para todos y que muchos la tenían que ver desde afuera.
Para colmo, cuando este camino se fue haciendo más evidente se manifestaron tremendos poderes como el de la prensa que tengo claro que es una poderosa herramienta de los grandes poderes económicos en todo el mundo la cual está intentando  y muchas veces logrando doblegar la voluntad de las mayorías que al fin y al cabo nos habían dicho que eso era la democracia.
Además por deformación profesional* quizás con Adriana* hemos tenido la oportunidad de apreciar los enormes logros en materia sanitaria cosa fácil de medir con cifras como la de mortalidad infantil y desnutrición, he visto la cobertura del PAMI a lo largo de 30 años y nunca, ni en la mejor época de la plata dulce tuvieron tanta cobertura médica y socio sanitaria los jubilados, ni te cuento lo que Adriana ha vivido en la Universidad o el Aldo en Ciencia y Tecnología, hemos visto el desarrollo de provincias eternamente relegadas como Chaco o Santiago del Estero a través de nuestro primos y amigos que viven y trabajan allí por mencionarte sólo algunas cosas.
Por último y no menos importante hemos visto la reaparición de la política como una forma de concebir el futuro, con nuestros amigos como Luis Peralta, Ale Loza, Guille Rodoni, Pato Ferrari, Adolfo, Nelson y sus familias con quienes hemos compartido plazas con miles y miles de personas en total armonía coreando y cantando nuestras ilusiones nos juntamos a pensar en un mundo mejor más inclusivo, con más lugar para todos, entre ellos nuestros hijos que cada uno a su manera comparten estos ideales.
Al final me salió más largo de lo esperado, siento que sólo puedo transmitirte un magro esqueleto de todo lo que pensamos, sé que se hicieron cosas mal, menos de las que dicen Clarín o La Nación seguro, que falta mucho y todo eso pero pienso que este es el camino, un beso.
Sandro
 
* Sandro es médico cardiólogo y Adriana trabajadora social y últimamente trabajó mucho con PAMI y los jubilados de Villa María

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