No es la primera vez que recurro a mi amigo Alejandro "Sandro" Balanza, o que él acude sin saberlo a mi auxilio.
Esto, Sandro lo escribía a una amiga suya antes de la segunda vuelta electoral acá en Argentina. Y bueno, aunque todo eso ya pasó y quien ganó no fue el candidato Daniel Scioli que representaba al modelo nacional y popular, sino el que estaba, está y seguirá estando en sus antípodas, o sea a la derecha del modelo, alguien que pregonó durante su campaña querer llegar a la "pobreza cero", luchar contra el narcotráfico y contra la "inseguridad", el candidato no sólo de la derecha, sino el representante de los medios de comunicación hegemónicos -que estuvieron en contra del Kirchnerismo desde el primer día de su gobierno hasta el último- el representante de las multi y transnacionales, y del capitalismo mundial, digo aunque haya ganado ese otro candidato, como yo coincido total y absolutamente con lo que plantea Sandro, lo transcribo hoy y aquí.
Recapitulando:
no voté a Nestor K pues no me parecía que fuera a hacer nada de lo que
yo hubiera deseado pero asumió y de entrada me sorprendió con su
política sobre derechos humanos haciendo lo que nadie en democracia se
había animado a hacer, juzgar
y mandar en cana a los milicos asesinos, luego con Lavagna se mandaron
la negociación de la deuda externa que fue clave para una recuperación
económica del país impensada para mi y para todos.
Simultáneamente la política internacional me gratificó
profundamente y debo decir que en ese punto yo no había entendido el
valor de buscar la integración política y económica con los demás países
sudamericanos, empecé a estudiar y comprender el enorme
valor de esa integración en la diversidad, eso paradojalmente me ayudó a
conocer a mi país que hasta ese entonces concebía como una pampa húmeda
con anexos y aprendí a apreciar las otras culturas que hay en la
Argentina y en Latinoamérica, así viajamos conociendo
con otra mirada, con humildad y a veces hasta admiración por lo que
lograban pueblos como el de Bolivia o Ecuador por ejemplo, nos sentimos
con Adriana y con nuestros hijos consustanciados con esa mirada de
sudamericanos tratando de concebir un mundo un poco
más justo, más policromo, más amoroso para sus habitantes en un mundo
donde el egoísmo y la arrogancia de EE UU y el abandono de ideales de
una Europa que ahora estamos viendo nos hacía que no había un lugar para
los débiles.
Volviendo a los K, aprecié las decisiones valientes del gobierno de
Cristina de recuperar Aerolíneas, las AFJP, YPF y todo eso, apoyo
totalmente la idea refrescante de usar como motor el mercado interno
para llegar a índices de ocupación impensados en un
país donde nos habían dicho que no había lugar para todos y que muchos
la tenían que ver desde afuera.
Para colmo, cuando este camino se fue haciendo más evidente se
manifestaron tremendos poderes como el de la prensa que tengo claro que
es una poderosa herramienta de los grandes poderes económicos en todo el
mundo la cual está intentando y muchas veces
logrando doblegar la voluntad de las mayorías que al fin y al cabo nos
habían dicho que eso era la democracia.
Además por deformación profesional* quizás con Adriana* hemos tenido
la oportunidad de apreciar los enormes logros en materia sanitaria cosa
fácil de medir con cifras como la de mortalidad infantil y desnutrición,
he visto la cobertura del PAMI a lo largo
de 30 años y nunca, ni en la mejor época de la plata dulce tuvieron
tanta cobertura médica y socio sanitaria los jubilados, ni te cuento lo
que Adriana ha vivido en la Universidad o el Aldo en Ciencia y
Tecnología, hemos visto el desarrollo de provincias eternamente
relegadas como Chaco o Santiago del Estero a través de nuestro primos y
amigos que viven y trabajan allí por mencionarte sólo algunas cosas.
Por último y no menos importante hemos visto la reaparición de la
política como una forma de concebir el futuro, con nuestros amigos como
Luis Peralta, Ale Loza, Guille Rodoni, Pato Ferrari, Adolfo, Nelson y
sus familias con quienes hemos compartido plazas
con miles y miles de personas en total armonía coreando y cantando
nuestras ilusiones nos juntamos a pensar en un mundo mejor más
inclusivo, con más lugar para todos, entre ellos nuestros hijos que cada
uno a su manera comparten estos ideales.
Al final me salió más largo de lo esperado, siento que sólo puedo transmitirte un magro esqueleto de todo lo que pensamos, sé que se
hicieron cosas mal, menos de las que dicen Clarín o La Nación seguro,
que falta mucho y todo eso pero pienso que este es
el camino, un beso.
Sandro
* Sandro es médico cardiólogo y Adriana trabajadora social y últimamente trabajó mucho con PAMI y los jubilados de Villa María