“Odio
a los indiferentes” decía Gramsci en 1917 y da bronca que los jubilados de
Tierra del Fuego salgan a protestar ahora, ahora que los haberes se pagan en
cuotas o en dos fechas diferentes, hasta ahora fueron indiferentes, no pensaban
en el otro, cuidaban su propia quintita.
Los
jubilados y ni qué hablar de los Legisladores, verdaderos hacedores de los
desastres de los que fue objeto nuestra Caja de Previsión.
Como
trabajadora del Estado fueguino -aclaro que jubilada desde hace un año- siempre
milité en ATE, y desde ahí siempre tuvimos compañeros en el Directorio de la
Caja, convertida luego en IPAUSS (Instituto Provincial Autárquico Unificado de
Seguridad Social), por la conjunción con la Obra Social.
Siempre
advertimos a tiempo los cambios y siempre reclamamos. Y comparto con Gramsci
que “Entre el ausentismo y la indiferencia, pocas manos, no vigiladas por
ningún control, tejen el destino de la vida colectiva que la masa ignora,
porque no se preocupa
En
el año 1998 el gobierno de turno tomó prestados 200 millones de dólares de la
Caja, para darles préstamos a sus amigos, convertidos de la mañana a la noche
en poderosos. Fueron denunciados penalmente pero nunca procesados ni
enjuiciados.
En
el año 2000 otro gobernador propuso y la Legislatura levantó la mano, una
jubilación anticipada, consiguió cambiar toda la cúpula judicial por una
Justicia adicta, jueces jubilados con haberes altísimos y muy pocos años de
aporte al sistema.
Nos
regimos por un sistema de reparto y solidario en el que siempre creímos, pero
no este, que al decir de un amigo, es un sistema solidario, pero a la manera
fueguina, 40 millones de argentinos son solidarios con el pago de sus impuestos
para que 20 mil privilegiados se jubilen 15 años antes que ellos con
jubilaciones que en algunos casos superan el medio millón de pesos anuales. Son
nuestros jubilados 50/50: Se jubilan a los 50 años con 50 lucas.
Desde
siempre los docentes fueguinos se jubilaban tempranamente, digamos 40/42 años,
pero desde el 2006, y eso me provoca verdadera indignación cercana al
odio, a instancias del gobierno de turno (el mismo de los jueces) que nos
reducía el salario, la Legislatura vota la “Ley de los 25 inviernos”. Es decir,
cualquier trabajador estatal mujer se podía jubilar a los 45 años y los hombres
a los 50 si acreditaban 25 años de servicios dentro de las administraciones
provinciales.
En
el 2011, algún iluminado, pretendió impulsar una ley de 10 inviernos, que en
esta oportunidad no tuvo el beneplácito del resto de los Legisladores.
1 comentario:
Comparto plenamente tu comentario, pareciera que en la isla de la fantasía quieremos seguir viviendo el presente sin importarnos el futuro. Nos ocupamos de que los pones de 16 puedan votar, pero no les decimos que ellos deberán pagar nuestras dos décadas pérdidas de Provincia
Rubén
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