(...) El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed. Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies:
El aire estará limpio de todo veneno que no venga de los miedos humanos y de las humanas pasiones; en las calles, los automóviles serán pisados por los perros. La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor. La gente TRABAJARÁ PARA VIVIR, EN LUGAR DE VIVIR PARA TRABAJAR. Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar, en vez de vivir nomás, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega; en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo; los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas; (...) los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos;los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas;(...) el mundo ya NO ESTARÁ EN GUERRA CONTRA LOS POBRES, SINO CONTRA LA POBREZA, y la industria militar no tendrá más remedio que DECLARARSE EN QUIEBRA por siempre jamás; la comida no será una mercancía, ni la comunicación un negocio, porque la comida y la comunicación son derechos humanos; nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión; los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle; los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos; la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla; la policía no será la maldición de quienes no pueden comprarla; la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;(...); en Argentina, las locas de la Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria;(...); serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma; los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados, porque ellos son los que se desesperaron de tanto esperar y los que se perdieron de tanto buscar; seremos contemporáneos y compatriotas de todos los que tengan voluntad de justicia y voluntad de belleza, hayan nacido donde hayan nacido, y hayan vivido cuando hayan vivido, sin que importen ni un poquito, las fronteras del mapa o del tiempo; (...) CADA NOCHE SERÁ VIVIDA COMO SI FUERA LA ÚLTIMA Y CADA DÍA COMO SI FUERA EL PRIMERO.”
(Eduardo Galeano, “Patas Arriba”)
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